Puedo hablar también de otros sueños, como aquél día que estaba en la playa con mi hermana, juntando caracolas, y de repente un terror enorme nos invadió a las dos, sabíamos que al mirar hacia el cielo lo veríamos cubierto de una inmensa masa de agua a puntode caer sobre nosotras. Y así fue ahí estaba aquella montaña de mar oceánico, como un látigo a punto de dar el golpe. Nos abrazamos con fuerza y tristeza, temíamos no vernos más, mil cosas pasaron por nuestras mentes en cuestión de segundos... de repente y sin explicación, la gran ola había desaparecido...
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